Psicoanálisis contemporáneo

Este blog de Manuel Hernández trata de los cambios que han tenido lugar en el psicoanálisis y en el arte debido a las innovaciones de Jacques Lacan y al paso del arte moderno al arte contemporáneo. Quiere poner a prueba una tesis: en vez de exponer “viñetas clínicas”, es posible tocar los movimientos de la subjetividad y los relativos a la función del analista gracias al juego de registros y a la precisión que son propios de los artistas contemporáneos, incluso cuando son ambiguos.

jueves, junio 29, 2006

Lo informe

¿Todo debe tener una forma definida? ¿Es indispensable que sea así? En su batalla por localizar instancias estéticas que fueran inasimilables por el poder, Georges Bataille formuló en Documents, revista de arte, una no-definición de "lo informe". No hagamos el juego a las definiciones y mejor propongamos alguna lectura sobre Bataille que sitúa a lo informe en su recorrido.
El analista no trata a lo informe como desechos execrables. Las palabras que surgen de la asociación libre son un discurso precisamente informe, que no están ahí para informar de algo específico, ni pueden tener ninguna forma preestablecida y, sin embargo, gracias a la función del analista, no son despojos.
El analizante encuentra en esa práctica una desarticulación formal del discurso que a su vez le sustrae su forma predefinida. Recostado en un diván, avanza, informe y sin poder ver el rostro del analista para reconstituirse, de ahí que no sea su forma corporal lo que le da consistencia: un camino se abre así. "El hombre es lo que le falta" (Bataille).
El arte contemporáneo lo ha comprendido bien, en 1998 en el Centro Pompidou se generó una exposición llamada L'informe. Mode d'emploi, que recogió en diversas obras la dimensión -casi diríamos la experiencia- de lo informe a partir de Bataille, Leiris y Huberman. Sus efectos están ahí hoy. ¿Qué consecuencias han extraido de ello los analistas (es decir, al menos aquellos que no practican con un "encuadre" que es una vacuna para lo informe)?