Psicoanálisis contemporáneo

Este blog de Manuel Hernández trata de los cambios que han tenido lugar en el psicoanálisis y en el arte debido a las innovaciones de Jacques Lacan y al paso del arte moderno al arte contemporáneo. Quiere poner a prueba una tesis: en vez de exponer “viñetas clínicas”, es posible tocar los movimientos de la subjetividad y los relativos a la función del analista gracias al juego de registros y a la precisión que son propios de los artistas contemporáneos, incluso cuando son ambiguos.

jueves, marzo 06, 2008

Duchamp pas freudien


Jacques Lacan definió al psicoanálisis como el champ freudien (campo freudiano). Este sintagma ha tenido un éxito desmesurado y es tiempo de ponerlo en cuestión, en la medida en que el reinado de la representación ha concluido. La obra de Freud depende toda de la noción de representación, componente inexcusable de la pulsión. ¿Qué sería el psicoanálisis freudiano sin la referencia a las pulsiones?
No es que podamos siquiera imaginar en existir en un mundo sin representaciones, pero el devenir del arte moderno -con su énfasis en la presentación-, y el arte contemporáneo -que se mueve tanto en el ámbito de la acción, e incluso de la interacción- muestran que hay un más allá de las representaciones.
El cuestionamiento del arte retiniano de Duchamp parece ir en ese sentido; su obra Fontaine ha marcado por sí sola un viraje que abrió un mundo nuevo a las producciones artísticas y hay que considerar el complejo manojo de líneas de fuerza que envolvió la producción de esa pieza: jugar con las reglas de la exposición donde se exhibiría, poner con ello en crisis al mundo del arte y sus presupuestos, desaparecer para siempre el objeto original, reproducirlo en originales múltiples, intervenirlo con una fecha, promover la pieza a nivel conceptual gracias a su nombre de "Fuente", insciribir en ella un nombre falso y enigmático, y luego darle su estatuto a través de una publicación espuria. Al sopesarlo, nos damos cuenta de que Duchamp puso en acción un verdadero dispositivo en el sentido fuerte del término, es decir, en el sentido de Michel Foucault. Esta complejidad de registros, acciones y juegos de lenguaje, habla mucho de lo que es la experiencia de un análisis, que se mueve justamente en esa pluralidad de registros. Pero eso sólo lo comprendimos con Jacques Lacan.
Si La interpretación de los sueños pudo ser un paradigma para la lectura de las producciones artísticas durante mucho tiempo, e incluso funcionar como un modelo de producción, como lo fue para los surrealistas, se debe al reinado de la representación. Con Lacan y con Duchamp eso finalizó, tal vez para siempre. Por eso es oportuno decir Duchamp pas freudien.