Zapata, Lacan y un plátano de $120 mil dólares
Manuel Hernández
La pieza de Maurizio Cattelan “Comedian” se
ha convertido de manera casi instantánea en un ícono del arte contemporáneo.
La galería ha tenido que colocar un listón rojo
para contener a multitudes que desean tomarse una foto con la pieza y el
desconcierto no ha impedido la multiplicación de los memes.
¿Acaso todo es absurdo
en esta obra de Maurizio Cattelan? A mi entender no, pero quizás no escribiría
nada acerca de ella de no ser por lo que ha suscitado otra obra, que en estos
días también ha cobrado una gran actualidad.
Se trata de “La Revolución” (2013) una pintura de
Fabián Cháirez que se presenta actualmente en la exposición Emiliano. Zapata después de Zapata, en
el Palacio de Bellas Artes, curada por Luis Vargas Santiago.
Esta pieza ha desatado furiosas reacciones de la
familia y herederos del legado revolucionario de Emiliano Zapata. Su ira llegó
a la sangre, pues un grupo de activistas LGBTT ha sido golpeado enfrente de
Bellas Artes y ciertos grupos campesinos han amenazado con quemar la obra.
De manera patente, la libertad creativa y de
expresión está en riesgo, y nos interesa preguntarnos por qué.
≈
En los buenos tiempos del psicoanálisis freudiano
nadie, literalmente nadie, habría dejado de señalar el símbolo fálico presente
en la obra de Maurizio Cattelan. Desde luego hacer crítica de arte con
elementos tan trillados ya no es interesante. Pero nosotros no hacemos crítica
de arte, sino psicoanálisis, aunque no psicoanálisis aplicado. Por eso, no
intentaremos descifrar los motivos inconscientes de ninguno de los dos
artistas, sino que recibimos sus obras como preguntas que nos conciernen. ¿Qué
nos enseñan esas piezas? ¿Qué posibilitan?
La pieza de Cattelan nos presenta un
símbolo fálico (aunque Cattelan, avertido, diga que ahí el plátano es sólo un
plátano),
pero no en erección, sino en decaimiento, todavía más, tachado, retenido,
contenido. El primer desciframiento de esta pieza es muy simple, de hecho, el
grupo de artistas activistas Guerrilla Girls BroadBand
ha usado al plátano durante años como elemento discursivo.
La pieza de Cattelan contiene, entonces,
un discurso de género, que retiene al falo, lo presenta decaído y contenido. Ahora
bien, cuando esta pieza fue presentada en el Art Basel de Miami, se anunció que
había sido ya vendida en $120 mil dólares, y que había otras a la venta.
En efecto, se han vendido más y a un
precio mayor, que ya alcanzó $150 mil dólares. Yo ignoro si la primera venta
fue real, pero estoy convencido de que resultaba indispensable declararlo, pues
no es lo mismo pegar una banana a la pared con cinta adhesiva en mi habitación,
que nombrarla Comedian, conseguir
presentarla en Art Basel y… venderla en miles de dólares. Este arreglo de
cosas, evidentemente artificioso, es sin embargo el dispositivo que permite que
aunque ha habido otros plátanos apresados antes, no hayan conseguido ser sucesos
artísticos.
Hoy día el hecho artístico ya no se detecta en la factura de la obra, sino en generar
las condiciones que hacen posible que esa pieza intervenga, con sus propios recursos
plásticos, en una discusión relevante socialmente, lo cual no se consigue con
facilidad.
Así, una vez más, Maurizio Cattelan activa
una polifonía de registros en su producción: hace intervenir al galerista, al
curador, al mercado del arte y, claro, a los espectadores que se precipitan para
tomarse selfies con la pieza, con lo
cual el baño libidinal, que inició la cifra de $120 mil dólares, aumenta cada
día. La serie de memes que se han desatado comprueban que la pieza tiene mucho
de cómica, y da para reír casi ilimitadamente. Por eso es preciso preguntarse,
¿qué relación puede haber entre el falo y la comedia?
≈
Para intentar una respuesta, resulta
indispensable situar que el título de la obra de Maurizio Cattelan es, en
efecto, Comedian. Ante el inminente
riesgo de reducir el gesto de Cattelan únicamente al de un comediante (no hay
duda de que un sesgo de ella es un gag),
enfaticemos que Jacques Lacan retomó las categorías teatrales de la tragedia y
la comedia para situar la superioridad de la comedia respecto de la tragedia,
hablando de la existencia humana. ¿En qué sentido puede ser superior la comedia
a la tragedia? Respuesta abrupta: es que la comedia expone lo ridículo del falo
imaginario y lo ubica en su genuina dimensión de pene: ser apenas un pequeño
órgano que pasa la mayor parte de su vida flácido y en decaimiento. La hiperpotencia
imaginaria del falo, su grandiosidad, ¿a qué queda reducida junto a las mínimas
capacidades del pequeño pene que portamos algunos de nosotros?
Los grandes comediantes han hecho nuestras
delicias a partir de ese contraste: Charlie Chaplin, Groucho Marx, Buster
Keaton, y cada uno de los gigantes de la comedia se ríe de las pretensiones
fálicas, cada uno riéndose de sí mismo, ridiculizando sus pretensiones. Eso es
el sentido del humor: reír de las aspiraciones de potencia de nuestra propia
imagen fálica.
Este es el sentido del humor del que
carecen absolutamente quienes desean quemar la pintura de Cháirez, pues
quisieran mantener erguida y poderosa la imagen fálica y masculina del Caudillo
del Sur, sin percatarse de que hoy día hay otras revoluciones en curso; desde
luego la relativa a la comunidad LGBTT, pero hay otra –fundamental- en contra
de la imposición a los demás de los puntos de vista personales a través de la
violencia. Se trata de una lucha contra el fascismo. Se trata de un movimiento
contra la imposición por la fuerza del patriarcado que insiste en la
normalización de la violencia masculina, que produce miles de mujeres
asesinadas por hombres que imponen y defienden sus privilegios por la fuerza.
Así, un pretendido comediante se siente
limitado cuando la violencia contra las mujeres ya no puede ser recibida como
un chiste. Eugenio Derbez, en estos días, acaba de declararlo: si no puede
burlarse de las mujeres ni de su movimiento, ya no tiene material para sus “chistes”.
La pieza de Maurizio Cattelan ha desatado
la risa, pero también la burla y la ira. Es una obra que nos deja perplejos y
nos interroga. Y, si nos descuidamos, rápidamente nos coloca en ese lugar lleno
de imposiciones y de limitaciones que es donde vive Derbez. O nos lleva a hacer
alianza con quienes quisieran quemar una pintura que atenta contra su visión
falocéntrica de sí mismos, del arte y del mundo. En suma, Comediante y La Revolución,
nos dan una oportunidad para escapar un momento de nuestro propio patriarcado y,
en vez de producir tragedias, nos abren una salida para salir de ellas si
podemos renunciar a nuestro falonarcisismo y recibir el aire fresco del que
gozan los buenos comediantes: reír un poco de nosotros mismos. Para así darle aire a la libertad de los demás.
Así lo recordó en su cuenta de Twitter la crítica de arte
Roberta Smith, el 8 de diciembre @robertasmithnyt:
“While the art world ODs on testosterone, phallocentricity and stupid people
tricks, please remember that there’s more than one way to use bananas –and that
the Gerrilla Girls have done so for decades”
1 Comments:
Psicología.
¿Quejas, disconformidades, irregularidades, denuncias?
https://psicologosdenuncian.blogspot.com/2020/02/psicologos-anonimos-denuncian-argentina.html?m=1
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